Hace un tiempo apareció en mi vida ahora un buen amigo Carlos Castillejos.

Con el y el hikury aprendí que la vida es un caminar y que paso a paso uno camina y aprende en esta vida

Conocí al abuelo Hikury y la verdad es que me encantó.

Aprendí con la experiencia de caminar 4 días y 4 noches y disfrutar del Temazcal.

Con una gente paravillosa y en mi propia casa algo genial. Todos creemos que vivimos en sitios corrientes pero nunca hemos hecho una caminata de poder de descubrimiento en donde vivimos, un mundo sutil sale a decir te que haces donde y porqué.

Paso a paso uno va meditando concientemente sobre su propia vida y las de su entorno. Lo que te rodea empieza a valorar lo que realmente tiene valor en esta vida y que el esfuerzo y el movimiento traen libertad.

Realice mi aprendizaje a la vez que puse mi granito de arena para adaptar lo a mi ser y a la medicina que dispongo que es la Wachuma igual de bonita que el Hikury.

Caminar 15 km y no darte cuenta no es algo fortuito, en cada paso sutiles mensajes llegan a tu ser.

Perdonando a cada nudo, encerrando en el tus disculpas, llorando, riendo, a veces sufriendo, a veces danzando, pero paso a paso avanzando.

Pasando por cuevas, cementerios milenarios, casas centenarias, caminos de miles y miles de años. Arboles mágicos, medicinales. Senderos de libertad hacia la plenitud del ser.

Caminando como la serpiente de cascabel o emplumada, en fila india a veces en silencio, a veces, comentando, ayudando, otras sufriendo, pero caminando.

El valor del movimiento constante...como la tierra, el sol, el universo, todo en movimiento com nosotros...

Cuando te pones en movimiento, tu ser se funde con el todo. Para dejar todo donde deve estar.

Gracias medicinas por enseñar, sin enseñar, por compartir sin pedir, por hacer y por ser.

Aho...Mitakuye Oyasin... Para todas mis relaciones...